"Contraste de personalidades que encontró terreno común y acuerdo entre la tendencia introspectiva del alemán y la más expansiva del catalán que, sin embargo, tiene tal cantidad de recursos que puede mantener su intensidad en la contención. Siendo la suya la pata acústica del dúo, Prats dio respuestas geniales a las proposiciones electrónicas de Dörner, cuya trompeta, modificada para el trabajo electroacústico, se convierte en una sorprendente caja de sonidos y texturas en sincronía con su ordenador.
Ésto, que puede sonar muy marciano, resulta sin embargo en una música que, aunque alejada de los patrones de ritmo, melodía y armonía convencionales, es terrenal. Y en tierra firme se mueven, desde los ambientes de tempestad polar que generaba Dörner con el soplo a micrófono al coro de grillos de una noche tórrida de verano. Sonidos que tienen mucho de viaje, de música de textura en permanente mutación, tan física como etérea, generadora de alteraciones sensoriales, cuyo consumo es infinitamente más saludable que el de otras drogas de evasión. Que durante tres cuartos de hora lograran mantener en todo lo alto la tensión narrativa y los escenarios de la música, un chute vital de primer orden."
Carlos Pérez Cruz, en su reseña de la actuación del dúo en Huesca
Axel Dörner & Ramon Prats