En ocasiones uno se pregunta en qué demonios ha malgastado su tiempo, dónde ha echado a perder su infancia y juventud, porqué no habrá descubierto su vocación o don a temprana edad y lo habrá desarrollado.
Algo así me pasa cuando me topo con artistas que, con una apabullante edad juvenil, gastan unas formas, un estilo y un arte que otros muchos tardan años en desarrollar. Y eso fue lo que me pasó cuando estuve frente a los hermanos O'Farrill, Adam en la trompeta y Zach en la batería.
De acuerdo que los genes algo tienen que decir, no por algo son nietos de Chico O'Farrill e hijos de Arturo O'Farrill, pero tocar como estos chicos tocan con 21 años recién cumplidos en el caso de Zack, y 18 en el caso de Adam, no es normal. De acuerdo que quizás les falta ese punto que sólo da la experiencia del escenario, pero tienen todo el tiempo por delante.
He tenido la ocasión de verles dentro del 37º Ciclo de Jazz del Casino de Granollers, localidad de donde es, y donde hacía tiempo que no tocaba, el tercer integrante del cuarteto, el pianista Albert Marquès, que se traía como acompañantes de viaje desde Nueva York, donde lleva instalado cosa de un año tras haberse bregado en París, a los hermanos O'Farrill.
Junto al cuarto componente, el bajo eléctrico de Josep Colls, desgranaron diversos temas de factura propia (como los temas compuestos por los O'Farrill "Industrialistic", "The moon follows us wherever we go", "E.V.A. (dont’t think)" o "On the blue summer evening", o los temas de Albert "Granollers", "Cançó pel meu pare" e "I.D.N."), si bien antes se atrevieron con una impactante versión del Caravan de Juan Tizol.
Algo así me pasa cuando me topo con artistas que, con una apabullante edad juvenil, gastan unas formas, un estilo y un arte que otros muchos tardan años en desarrollar. Y eso fue lo que me pasó cuando estuve frente a los hermanos O'Farrill, Adam en la trompeta y Zach en la batería.
De acuerdo que los genes algo tienen que decir, no por algo son nietos de Chico O'Farrill e hijos de Arturo O'Farrill, pero tocar como estos chicos tocan con 21 años recién cumplidos en el caso de Zack, y 18 en el caso de Adam, no es normal. De acuerdo que quizás les falta ese punto que sólo da la experiencia del escenario, pero tienen todo el tiempo por delante.
He tenido la ocasión de verles dentro del 37º Ciclo de Jazz del Casino de Granollers, localidad de donde es, y donde hacía tiempo que no tocaba, el tercer integrante del cuarteto, el pianista Albert Marquès, que se traía como acompañantes de viaje desde Nueva York, donde lleva instalado cosa de un año tras haberse bregado en París, a los hermanos O'Farrill.
Junto al cuarto componente, el bajo eléctrico de Josep Colls, desgranaron diversos temas de factura propia (como los temas compuestos por los O'Farrill "Industrialistic", "The moon follows us wherever we go", "E.V.A. (dont’t think)" o "On the blue summer evening", o los temas de Albert "Granollers", "Cançó pel meu pare" e "I.D.N."), si bien antes se atrevieron con una impactante versión del Caravan de Juan Tizol.
Adam O'Farrill_trompeta
Albert Marquès_piano
Josep Colls_bajo eléctrico
Zach O'Farrill_batería
Zach O'Farrill_batería
Casino de Granollers-Club de Ritme, Granollers, Barcelona, 16.11.12
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